CONEXIÓN SANA:
Hablemos en línea, sanemos en la red
“Pensé realmente en irme de este mundo”, confiesa César Tuanama con aquella voz que sale como un hilo a punto de romperse al querer confesar algo que duele. Este joven de apenas 25 años vivió meses sumergido en una tristeza que lo consumió hasta el punto de buscar quitarse la vida.
Llevaba 10 días sin comer y en su rutina el llanto era indispensablemente doloroso. Cansado de esto, César buscó ayuda aquel septiembre del 2024 llegando entre nervios y sollozos al área de salud mental de la posta de su distrito.
La ruptura con su enamorada, a quien le había dedicado su amor y tiempo durante 16 meses lo dejó dolido; sin embargo, el dolor más fuerte llegó junto con las llamadas de los papás y la hermana de ella preguntando por saber dónde se encontraba, porqué ella llegaba a altas horas de la noche o a veces ni se aparecía y eso se volvió una rutina constante sumergiéndolo en un pozo profundo. César no paraba de llorar, tenía ataques de ansiedad, golpeaba las paredes y creía que mientras él sufría por la ruptura a ella no le interesaba, sino que, por el contrario, había conseguido a un chico más alto, más estético y con mayor posibilidad económica. ¿Cómo era posible que la mujer con quien había compartido un año y cuatro meses lo olvidara así de fácil? ¿Acaso él no valía nada? ¿Por qué los padres de ella tenían que estarlo llamando para comentarle la situación? ¿Por qué sentía tanto dolor? Es ahí donde César empieza a tener este pensamiento repetitivo: “si no valgo nada, porque estoy vivo”.
Cansado ya de sentirse así, buscó soluciones no tan dolorosas para suicidarse y fue ahí cuando como un destello de luz apareció la Línea 113, un canal del Estado por donde al marcar la opción N°5 accedes a servicio gratuito de salud mental por medio de una llamada. Esta línea fue la pausa a las intenciones de César de quitarse la vida, fue un nuevo respiro y una señal de esperanza. Dichas llamadas se convirtieron en un complemento con sus citas presenciales, llamando entre una y dos veces por semana para conversar con especialistas por alrededor de media hora.
“En muchas llamadas yo me he quebrado, he llorado”, comenta César sintiendo vergüenza de admitir que sentía que no valía nada. A él, ya le habían hecho un diagnóstico bajo un test en sus citas presenciales y no fue hasta su tercera llamada en la Línea 113 que le dijeron que tenía depresión severa y estaba entrando a un cuadro de ansiedad crónico, diagnóstico que fue confirmado posteriormente por otro especialista.
La realidad es que a pesar del gran complemento que la presencialidad y la virtualidad hacían, encontrarse bien no fue una meta fácil de cruzar.
“Cada vez que yo me sentía bien, tenía una recaída”
Hallar la paz y el amor propio que había perdido fue un camino rocoso que suponía recoger cada piedra para sentirse más liviano; sin embargo, cuando las cosas parecían estar marchando mejor, la avalancha de rocas volvía a aparecer. “Las únicas veces que me sentía cómodo conmigo mismo era cuando iba con la psicóloga de vez en cuando”, pero aún así, no fue suficiente, su enamorada lo seguía buscando, lo llamaba, le escribía y su familia lo hostigaba con preguntas que a él no le correspondía responder. Ella se aparecía en su casa e inclusive un día cuando el reloj marcaba la una de la mañana, sin llamar ni tocar la puerta, entró al cuarto de César con los ojos rojos como si estuviera conteniendo en ellos un mar de lágrimas, pero excusando eso bajo la idea de que estaba cansada. Él ya sospechaba que algo estaba pasando; sin embargo, no tenía pruebas que lo demostraran y a pesar de haberla bloqueado de todos lados no podía dejar de verla.
Y así fue como un día lo metió a escondidas a su casa, el reloj ahora marcaba las 3 a.m. y César, quien todavía entraba a trabajar un par de horas después, se despertó. “Yo hice algo de lo cual no me siento orgulloso”, confiesa al recordar lo que ocurrió esa madrugada de noviembre cuando al abrir sus ojos buscó el celular de su expareja y al no encontrarlo revisó entre los mensajes de su laptop, hallando en ellos la verdad dolorosa: ella había formalizado una relación con su jefe tres semanas después de terminar con César y lo llevaba engañando desde unos días antes de su cumpleaños cuando todavía estaban juntos.
“Ese fue el golpe más duro que he sentido en mi vida”, dice con la voz aún ahogada recordando lo doloroso del momento y admitiendo que desde ese día dejó de asistir a las citas y dejó de llamar porque “ya no quería conversar con nadie”. Sin embargo y, a pesar de que confiesa que literalmente le dolía el corazón, César nunca olvidó lo que sus psicólogas le habían enseñado y a pesar de ya no acudir a aquellas citas encontró en él la mejor terapia impulsada con los consejos que tanto presencialmente como en la Línea 113 había recibido: hacer cosas buenas por él mismo y amarse.
En definitiva fue complejo renunciar a la presencia de alguien a quién había querido tanto, entender que su valor no dependía de cómo lo veían otros, dejar de compararse con quien fue engañado y comprender que tenía un propósito de vida y que debía de salir del pozo que lo había atrapado. Desde entonces, llamó en alguna oportunidad nuevamente a la Línea 113, pero ya no para quejarse, sino para pedir un consejo y aprendió a forzarse a salir de su caparazón para sentirse mejor y ahí encontró su cura, solución que no todos tienen la dicha de hallar, pero que César se obligó a encontrar: “me dediqué a mí y esa fue la mejor terapia que pude haber hecho”.
Ahora habiendo cruzado la meta de sentirse bien nuevamente, César confiesa que al Perú le falta bastante por recorrer antes de tener una verdadera conciencia de lo que es la salud mental, inclusive él, creía que quienes asistían al psicólogo era para gastar su plata hablando con alguien , cuando eso podían hacerlo con cualquier amigo “yo antes pensaba que los psicólogos solamente te sacaban plata”, él se vio obligado a asistir a citas gratuitas brindadas por el servicio de salud público y aunque en ellas encontró riqueza que lo ayudó a salir adelante también admite que es cuestión de probar suerte para encontrar un especialista adecuado y para poder acostumbrarte a ser vulnerable con diferentes personas.
La salud mental suponía sólo un par de palabras para este joven que a sus 25 años quiso quitarse la vida, pero para quien también a los 25 años descubrió el poder sanador del cuidado de la mente en carne propia.
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Este mapa interactivo muestra las regiones del Perú con mayor brecha digital, según los resultados del Índice de Progreso Social Regional 2024, elaborado por Centrum PUCP. El estudio evalúa el desarrollo social en el país, identificando desigualdades en el acceso a internet y telecomunicaciones, factores clave para la educación, el empleo y la inclusión digital.
El puntaje de Acceso a Información y Comunicaciones se mide en una escala de 0 a 100, clasificando a las regiones en siete niveles, desde “Extremo Bajo” hasta “Muy Alto”. Explora el mapa para conocer qué regiones aún enfrentan grandes desafíos en conectividad y cuáles han logrado avances en la reducción.
Valeria, nombre ficticio de una joven de 20 años, buscó ayuda tras un intento de abuso, la muerte de su mascota y el impacto de la pandemia. Por miedo a ser juzgada, una amiga le recomendó la terapia virtual, que le brindó un espacio seguro para sanar.
Durante su divorcio, María Gabriela, de 44 años, buscó apoyo psicológico. Tras varios intentos, encontró a la especialista adecuada. Al emigrar a EE. UU., continuó sus terapias mediante telemedicina. Hoy, sigue acudiendo cuando lo necesita, valorando el impacto positivo en su bienestar personal, familiar y en su desarrollo emocional.
Marcelo, de 19 años, inició terapia en su infancia por recomendación de su madre, ante su discapacidad motriz. Con el tiempo, él mismo eligió continuar. Hoy, mantiene ese vínculo mediante telemedicina, valorando el acompañamiento psicológico como clave para su bienestar emocional, su autonomía y su desarrollo personal.
Julissa, de 31 años, superó el tabú sobre la terapia al ser diagnosticada con ansiedad y depresión. Tras un largo recorrido profesional, fue derivada a psiquiatría. Hoy, valora la salud mental así como continúa su tratamiento mediante citas virtuales, reconociendo en la telemedicina una herramienta accesible y esencial en su vida.
Durante el aislamiento, una joven anónima enfrentó su temor a iniciar terapia desde su habitación y por pantalla. Su proceso no fue inmediato ni perfecto, pero sí auténtico. A través de la telemedicina, descubrió que pedir ayuda también es valentía, incluso cuando el miedo y la soledad lo inundan todo.
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Durante la pandemia, Alejandra, con 14 años, enfrentó junto a su familia el desempleo, el aislamiento y la incertidumbre. En medio del caos, optaron por iniciar terapia familiar virtual. Aunque surgieron dudas sobre su efectividad, este espacio resultó clave para afrontar la crisis emocional y fortalecer los vínculos en casa.
Kristel, de 22 años, buscó ayuda en el SIS en 2023 tras sentirse abrumada emocionalmente. Sin embargo, la mala atención recibida la llevó a abandonar el proceso. Con el tiempo, decidió buscar alternativas que le ofrecieran un acompañamiento más humano y efectivo para continuar su camino de sanación.
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BASES LEGALES DE LA
TELEPSICOLOGÍA
Aprobado por el Decreto Supremo Nº 028-2005-MIC, la
telepsicología es una atención psicológica que forma parte de
la telemedicina. Una prestación de servicios médicos a distancia,
haciendo uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
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Se trata de una consulta en la que el paciente y el profesional de salud se conectan sin estar en el mismo lugar, Por tanto, el paciente no asiste a un consultorio psicológico como se acostumbra a hacer.
CENTRO DE SALUD MENTAL
COMUNITARIAS
LÍNEA 113
Plataforma gratuita de emergencia del Ministerio de Salud que ofrece orientación y asistencia en temas de salud y emergencias médicas.
LIMA TE ESCUCHA: ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA EN LÍNEA
Atención telefónica vía Whatsapp en los números 942652276, 9426550 79 y 942658110.
LÍNEAS DE AYUDA GUBERNAMENTALES
La Red Nacional de Telesalud en la actualidd está conformada por más de 2, 600 establecimientos del MINSA, Ejercito del Perú e Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
CENTRO DE SALUD MENTAL
COMUNITARIAS
Atención ambulantoria especializada para usuarios con trastornos mentales o problemas psicosociales graves o complejos.
LÍNEA 113
Plataforma gratuita de emergencia del Ministerio de Salud que ofrece orientación y asistencia en temas de salud y emergencias médicas.
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Investigación y Redacción:
Micaela Cedrón Pirotta
Andrés Vargas
Gabriela Vasquez
Diagramación y Diseño
Shirley Castillo Hernandez
Jahir García Chistama

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