“Lo que le gusta a la gente”: La esencia del periodismo deportivo en un libro
- DíaTreinta
- 17 abr
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Actualizado: 20 abr

Michel Dancourt reunió a periodistas y colegas en un tributo que recordó cómo la pasión, la ética y el compromiso de Alfonso "Pocho" Rospigliosi marcaron la historia del periodismo deportivo.

Créditos: Andrés Siancas Sutti, Ana Paula Palomino Vigueras, Alison Ramos Antezano, Sara Pauca Amancio.
El auditorio del Colegio de Periodistas del Perú se llenó de memorias y afecto. Entre abrazos, sonrisas cómplices y palabras que pesaban más por lo que no decían que por lo que decían, periodistas, excompañeros y amigos se reunieron para rendir homenaje a Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi, ese nombre que todavía provoca una sonrisa cuando se escucha.
No fue una ceremonia solemne, sino un encuentro de almas agradecidas. En la mesa de honor, María Alejandra Argandoña tomó la palabra en representación de la decana nacional, Karola Lara Manchego. Su voz se quebró apenas al recordar la ética y los valores que Pocho sembró en el periodismo peruano. «Pocho fue un referente para las nuevas generaciones, y su ética es algo que lamentablemente se está perdiendo hoy en día», dijo, como quien intenta cuidar una llama en medio del viento.
Fernando Jiménez Luke, con una nostalgia palpable, evocó al amigo que fue más que un colega. «Nadie ha podido igualarlo», afirmó, antes de regalar al público pequeñas joyas de anécdotas vividas junto a él. Habló del hincha fervoroso de la ‘U’ que, sin embargo, supo mantener intacta su objetividad, incluso cuando su corazón latía más fuerte en la cancha.
Freddy Cavero Gonzáles también quiso decir lo suyo. Contó cómo Pocho le abrió puertas, lo impulsó a soñar más alto. Y reveló, entre risas y emoción, los orígenes de Gigante Deportivo, el programa que Pocho aceptó liderar con una sola condición: que se hablara solo de deportes, con la pasión de quien respira cada palabra.
En medio de tantas memorias, Michel Dancourt, periodista y autor, habló de su libro como quien ofrece un pedazo de su propia historia. Escrito desde la admiración profunda por Pocho, su obra —dijo— busca rescatar un periodismo que respira alma, corazón y vida. «El periodismo es pasión. Si no tienes eso, no estás en esto», recordó, con esa mezcla de convicción y ternura que contagió a todos.

La conversación fluyó. Entre preguntas de periodistas como Vicente Cisneros, Patricia Salinas, Freddy Lazo y Carlo Castro Maya, surgieron más imágenes del Pocho incansable, del hombre que trabajaba en Navidad como cualquier otro día, del contador de historias que sabía darle a cada noticia un matiz inconfundible.
No faltaron las anécdotas ni, por supuesto, su célebre frase: «¡Hasta el jueves no hay colegio!», que nació de un error en vivo y terminó siendo un sello de su humor espontáneo y entrañable.
Aquella tarde no fue solo la presentación de un libro. Fue un viaje en el tiempo. Un recordatorio de que hay personas que no se despiden nunca del todo. Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi sigue vivo en las anécdotas que arrancan sonrisas, en las enseñanzas que forman periodistas y, sobre todo, en el corazón de quienes entendieron, gracias a él, que el periodismo no es solo contar historias: es vivirlas.
¿Quién fue ‘Pocho’ Rospigliosi?
Hablar de Alfonso "Pocho" Rospigliosi es hablar de una época dorada del periodismo deportivo peruano. Una época en la que las noticias no solo se contaban: se sentían.
Su voz —firme, cercana, inconfundible— acompañó a generaciones enteras desde la radio y las páginas de la prensa escrita. Más de treinta años de trayectoria forjaron un nombre que no solo informaba, sino que también construía puentes con la gente. Cada palabra que salía de Pocho llevaba una mezcla de pasión, honestidad y calle, esa sabiduría popular que pocos logran transmitir.
Pocho no fue simplemente un cronista ni un comentarista más. Fue un líder de opinión en su tiempo, un referente de cómo el periodismo podía abrazar la verdad sin perder humanidad. Con su estilo directo y carismático, rompió moldes. Hizo de la noticia deportiva algo más que una cifra o un marcador: la convirtió en una historia que todos querían escuchar.
Fue pionero en darle rostro y alma a las noticias deportivas, acercándolas al pueblo, haciéndolas suyas. Para muchos periodistas que vinieron después, él fue —y sigue siendo— un maestro. No solo por lo que enseñaba frente a un micrófono o escribiendo una crónica, sino por la ética silenciosa que impregnaba cada acto, cada palabra.
Pocho entendió, como pocos, que el periodismo no era solo un oficio. Era una forma de vivir.
“Gigante Deportivo”: su tribuna más recordada
Entre los muchos legados que dejó Alfonso "Pocho" Rospigliosi, Gigante Deportivo ocupa un lugar especial. No fue solo un programa de radio y televisión: fue una revolución en la forma de contar el deporte.
Con un estilo fresco, dinámico y profundamente humano, Gigante Deportivo rompió esquemas. Cada emisión era una cita obligada para quienes amaban el fútbol, donde Pocho, con su voz cercana y apasionada, conseguía que cada historia —ya fuera de gloria o de derrota— se viviera como propia.
Su sello era inconfundible: una crítica siempre firme pero respetuosa, una narrativa que no se dejaba llevar por la euforia ciega ni por el desaliento. Hablaba desde la pasión, sí, pero también desde la verdad. Sabía encontrar emoción hasta en los momentos más difíciles, y tenía el don de hacer que hasta las derrotas dolieran un poco menos.
Con Gigante Deportivo, Pocho no solo informó: enseñó a sentir el deporte con el corazón abierto y la mirada crítica. Y esa, quizá, fue una de sus mayores victorias.
El libro como homenaje a un símbolo del periodismo
Lo que le gusta a la gente no es solo un libro; es una conversación íntima con la memoria de Alfonso "Pocho" Rospigliosi. Michel Dancourt, su autor, entrelaza crónica, recuerdos personales y reflexión periodística para construir un retrato cercano y sincero del hombre que marcó una época en el periodismo deportivo.
Entre anécdotas y episodios que definieron su carrera, emergen no solo las lecciones profesionales de Pocho, sino también su manera única de vivir y enseñar el oficio: con pasión, con rigor y siempre pensando en el público.

El título del libro nace de una de sus frases favoritas, esa que resume su visión de la comunicación: hablar claro, conectar con la gente y no complicar lo que debe ser sencillo.
Más que un homenaje, esta obra es también una invitación a mirar el periodismo de hoy: a cuestionarlo, a pensar en lo que se ha perdido y en lo que aún podemos rescatar. En tiempos de dilemas éticos y cambios acelerados, la figura de Pocho sigue siendo un faro para quienes creen que el periodismo no es solo contar historias, sino vivirlas de verdad.
Un legado contado en páginas
El libro está estructurado en capítulos que combinan narraciones biográficas con entrevistas y análisis del estilo de ‘Pocho’. La primera parte presenta una crónica biográfica que recorre sus inicios y evolución en la radio, televisión y prensa. La segunda sección incluye entrevistas con colegas y amigos que compartieron experiencias con él, proporcionando testimonios valiosos sobre su impacto en el periodismo deportivo. Finalmente, la tercera parte, titulada “El alargue”, reúne semblanzas y textos de diversos periodistas que rinden homenaje a ‘Pocho’ desde sus propias perspectivas. El prólogo es del periodista Carlos Salinas.
El autor detrás del homenaje
Michel Dancourt es periodista, escritor y comentarista deportivo. Ha colaborado en medios como La República, Perú 21 y Caretas. Se desempeña como comentarista principal en Radio Ovación y es profesor en la Universidad Privada del Norte. Su estilo se caracteriza por combinar análisis crítico y una narrativa ágil, especialmente en temas relacionados con la televisión y el periodismo deportivo.