Estudiantes lanzan un refugio ecológico para perritos sin hogar

En un rincón de Lima, donde las ideas se cruzan con la empatía, un grupo de estudiantes decidió convertir una preocupación social en una solución real. Así nació “Doghouse Plegable”, un refugio portátil y hecho con materiales reciclados, diseñado especialmente para proteger a los perros que sobreviven en las calles.

La iniciativa fue creada por estudiantes de Administración y Negocios Internacionales como parte del curso de Administración de Operaciones. Los nombres detrás del proyecto: Lizbeth Vicente, Tamy Vásquez, Deivy Quillahuaman, Siddalee Bocanegra y Camila Simón, quienes, junto a su docente Alberto Espinoza, apostaron por una idea tan funcional como conmovedora.

Lo que diferencia a Doghouse Plegable no es solo su diseño compacto y resistente, sino su propósito: brindar dignidad y abrigo a perritos que no tienen un hogar. Y lo hacen apostando por la sostenibilidad: cada unidad está hecha con materiales reciclados, reduciendo costos y huella ambiental.

“No sabíamos que un proyecto de clase podía convertirse en algo tan necesario. Ver a un perrito entrando a la casa que diseñamos… eso no se olvida”, cuenta Tamy Mijal Vásquez, con una sonrisa que dice más que mil palabras.

El primer gran paso fue simbólico pero poderoso: la donación de una de estas casitas al Albergue San Francisco, ubicado en Puente Piedra, una organización que trabaja sin descanso para rescatar, cuidar y dar una segunda oportunidad a animales en situación de abandono.

A decir del docente Alberto Espinoza, este tipo de propuestas son las que demuestran que la innovación también puede ser humana, solidaria y sostenible. “Esta iniciativa demuestra cómo la creatividad, la innovación y la gestión estratégica pueden alinearse con principios de responsabilidad social”, agrega.

Este no es solo un trabajo universitario. Es una respuesta a un problema real. Es el resultado de estudiantes que no se conformaron con aprender de los libros, sino que decidieron salir al mundo y hacer algo que importe. Y sí, lo lograron.