“Mi Barrios Altos Querido” emociona en UPN Chorrillos

Jimmy Valdivieso: Creador del documental “Mi Barrios Altos Querido”

Escribe Joseph Chávez

En el corazón de Lima, hay un barrio que parece detenido en el tiempo, donde cada calle, cada muro y cada rostro cuentan historias que se resisten a olvidarse. Mi Barrios Altos querido, el documental dirigido por Jimmy Valdivieso, nos invita a entrar en ese espacio con respeto y ternura, mostrando un Barrios Altos diferente, lejos de los prejuicios y estigmas que lo han acompañado durante décadas. Comenzado en 2015 y terminado dos años después, este filme se convierte en un viaje íntimo y profundo hacia la vida cotidiana de sus habitantes, en donde la memoria colectiva y el orgullo barrial se entrelazan para dar voz a quienes mantienen viva la esencia de ese lugar.

Inicios del documental: La introducción a “Barrios Altos” y a los personajes cuyas

historias conforman el documental.

Fue en el salón audiovisual de la UPN Chorrillos donde esta historia cobró vida ante un público expectante. Los estudiantes, al principio callados y tímidos, con rostros aún por conocer, llenaron el espacio con una energía contenida. Pronto las sillas resultaron insuficientes, y en cuestión de minutos muchos tuvieron que acomodarse de pie, detrás de aquellos madrugadores que llegaron temprano para asegurar asiento. Un silencio reverente cayó sobre la sala cuando las luces se atenuaron, dando inicio a la proyección. La emoción era palpable: no se trataba de un documental lejano ni extranjero, sino de una historia propia, de tierras conocidas, lo que despertó en todos un profundo sentido de pertenencia.

Entre la audiencia, quienes no lograron un asiento se mantuvieron firmes, atentos a cada imagen que el documental desplegaba. En la pantalla, Barrios Altos cobraba vida a través de personajes con rostros curtidos, verdaderos testigos de un rincón de Lima que el paso del tiempo parecía querer borrar. Historias únicas, vidas diversas y generaciones entrelazadas se presentaban, mostrando la riqueza de una tradición transmitida con generosidad por quienes llevan consigo la memoria barrial.

Mediados del documental: El publico se empapaba y enganchaba con las situaciones complejas, personajes interesantes y diferentes zonas de “Barrios Altos”.

Con múltiples miradas y enfoques particulares, el documental expone relatos individuales que, aunque inicialmente distantes para algunos espectadores, resonaban con una extraña cercanía. No eran simples espectadores pasivos; los problemas, las situaciones y los momentos que se desgranaban en la pantalla evocaban vivencias compartidas, despertando emociones que florecían en la luz proyectada: la alegría desbordante de una fiesta callejera, la nostalgia en fotografías antiguas, la precisión de un pincel plasmando retratos en un mural que proclamaba con fuerza la identidad barrial. Cada calle, cada esquina, cada casona parecía susurrar secretos de una historia ancestral, una melodía tenue que persistía entre el abandono, la soledad y la sombra de la criminalidad.

La cámara de Valdivieso, inicialmente desconocida, fue ganando admiración al mostrar un trabajo minucioso y sensible. Su labor guiaba a la audiencia a través de parques vivos, conversaciones al vuelo y relatos hilvanados con cada movimiento. El micrófono capturaba la cadencia melancólica de la música criolla, con el rasgueo de una guitarra y el golpe seco del cajón, sumergiendo a todos en instantes cargados de adrenalina, nostalgia e inspiración. En esos momentos, el documental despojaba a Barrios Altos de los prejuicios que lo habían aprisionado y manchado.

Aparición de Jimmy Valdivieso en la sala al culminar la exposición de su trabajo. La

sorpresa de la audiencia ante su presencia se vio reflejada en aplausos.

Al concluir cada relato, a veces teñido de felicidad, otras de contemplación o tristeza, emergió la figura familiar del artífice de aquella experiencia: Jimmy Valdivieso, acompañado de su fiel cámara. Las luces se encendieron y una ola de aplausos espontáneos recorrió la sala. Su presencia, modesta pero llena de fuerza, fue el broche de oro que selló aquel documental. Un paseo cinematográfico que permitió asomarse a una realidad desconocida para muchos y que algunos comenzaron a entender con respeto. Un viaje directo al corazón de Barrios Altos y a una porción viva de su historia, tanto antigua como presente.

Jimmy Valdivieso respondiendo las dudas y preguntas hechas por los estudiantes, y exponiendo detalles sobre la producción del documental.